La preparación del montaje Después de cada jornada de trabajo, la película impresionada se envía al laboratorio, acompañada de un informe confeccionado por la «script-girl». El «informe-script» especifica el número de los planos rodados en la jornada, el número de las tomas efectuadas, e indica las que el realizador ha considerado «buenas para tirar». En esta fase, la selección de las tomas se efectúa según el criterio de la calidad de la interpretación de los actores y de la escenificación. Del negativo, una vez revelado, el laboratorio hace una tirada en doble banda. Sincronizadas gracias a la claqueta, las tomas de una jornada de rodaje se proyectan entonces al equipo del filme, con el realizador y el jefe de montaje a la cabeza. A los primeros elementos de proyección se les llama los «rushes». Luego se hace una segunda proyección; entonces, el jefe de montaje señala la toma de un plano que ha sido considerada como la mejor, y que se integrará a la copia de trabajo. Cuando subsiste la duda, cuando es difícil de hacer la elección, se conservan las tomas en rollos que se guardan en reserva.