La imaginación, motor del progreso Cabe, pues, imaginar que queda por inventar otro tipo de viaje intersideral, otro medio de telecomunicación, etc. Sin embargo, antes de lanzarse a la conquista de las estrellas, el hombre se interesará sin duda con carácter de prioridad por los mundos de los que ya tiene conocimiento, sea porque ha ido hasta ellos por sí mismo (Luna), sea enviando sondas (Marte, Venus, Júpiter, Saturno, etc.). Basado en sus conocimientos y experiencia, proyectará, además de la construcción de grandes estaciones orbitales terrestres, la «colonización» de algunas «lunas» de los planetas de nuestro Sistema Solar, de donde podrá extraer las materias primas de que tendrá necesidad. Entonces podrá proyectar viajes más distantes que plantearán, por otro lado, diversos problemas de orden técnico, económico e incluso filosófico.