«La instrumentalización de la ciencia en el franquismo: geofísica industrial al servicio de la autarquía»

Hubo en 1957 una anécdota, que el régimen de Franco trató de ocultar —a pesar del amplio eco que tuvo en la prensa—, de dos reconocidos sismólogos (Alfonso Rey Pastor y Juan M.ª Bonelli) que pretendieron demostrar a las autoridades políticas la infalibilidad de un ingenioso aparato que era capaz de detectar, casi por arte de magia, petróleo. El artilugio fue calificado como secreto de Estado; incluso el propio generalísimo se negó a que la Academia de Ciencias lo examinase. Obviamente, la demostración fue un fiasco. En los mentideros del poder, corrió el rumor de que una vez Franco se enteró de los hechos, furioso, ordenó en persona que se les destituyese, quizá por sentirse engañado.1 Irónicamente, el suceso quedó grabado en la memoria colectiva en forma de dichos y chistes. Aún hoy se menciona con frecuencia para expresar el alto grado de impresionabilidad y la fe ciega en la presciencia de una sociedad tan apasionada como la española, especialmente con...

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