El ciclo de lluvias Figura 5.2. Precipitaciones acumuladas en cada año hidrometeorológico. La línea continua indica la media y las discontinuas, los percentiles del 25 y 75. Figura 5.3. Ciclo anual de abundancia de aves acuáticas censadas desde el aire en las Marismas del Guadalquivir (media ± 95%IC). Figura 5.4. Evolución de los valores máximos de los censos aéreos invernales de aves acuáticas en las Marismas del Guadalquivir. El número total de aves para cada temporada, representado por el borde superior del área coloreada, se ha calculado mediante la media de los valores del censo máximo en siete años: las tres temporadas previas, la temporada que se representa y las tres temporadas posteriores (media móvil de orden 7). Los colores muestran la distribución del número de aves en los distintos ambientes. Los puntos negros indican el valor máximo de los censos de cada temporada. A lo largo de este capítulo se presentan los resultados para cada una de las especies censadas. En primer lugar conviene describir el patrón anual e interanual de las lluvias, ya que la duración de la inundación o hidroperiodo y la profundidad del agua de las Marismas del Guadalquivir están asociadas al ciclo de precipitaciones, que presenta importantes oscilaciones. Estas oscilaciones resultan de tal magnitud, que se suele decir que tan solo la fuerte sequía estival es predecible en el clima de la comarca. En general, las precipitaciones se concentran en el periodo que va de octubre a abril, siendo muy escasas entre junio y agosto (figura 5.1). Este ciclo de precipitaciones hace que, cuando se trabaja con aves acuáticas, habitualmente no se acote la información con años naturales, sino con temporadas o años hidrometeorológicos, también llamados años “agrícolas”. Estos se inician en el mes de septiembre y terminan en agosto.