Histología del aparato reproductor masculino El aparato reproductor de ejemplares macho de Solea senegalensis está formado por un órgano par-bilobulado, asimétrico que se encuentra unido a la cavidad abdominal por mesenterios. Cada lóbulo testicular forma un testículo radial redondo, plano y de color blanquecino (Figura 13B). El lóbulo testicular más grande está situado fuera de la cavidad visceral sobre la porción esquelética central y ventral al intestino anterior, mientras que el otro lóbulo testicular, más pequeño, se encuentra en la cavidad visceral distal formando un determinado ángulo con el otro testículo (Figura 13B). Cada lóbulo testicular forma un testículo radial que contiene un sistema regular de lóbulos o túbulos seminíferos (Figura 43A y B). Entre los túbulos se encuentra el intersticio o estroma testicular (Figura 43C y D), constituido por un conjuntivo laxo en el que destacan las células intersticiales o células de Leydig, los fibroblastos y las células sanguíneas, así como los capilares que irrigan los lóbulos. Los túbulos seminíferos terminan en los conductos eferentes que abandonan el testículo. Los canales eferentes se unen para formar el conducto deferente poco sinuoso, contorneado y muy grueso (Figura 43B). Estos conductos están caracterizados por un epitelio cilíndrico pseudoestratificado. Los testículos están cubiertos por una túnica albugínea de tejido conjuntivo denso. Así, en cada lóbulo testicular se distingue la corteza, donde se sitúan los túbulos seminíferos y la médula, donde se sitúan los canales eferentes y el conducto deferente. Este conducto se fusiona con el del otro lóbulo testicular y da lugar al conducto espermático que desemboca por el poro genital al exterior. De la túnica albugínea parten haces de tejido conjuntivo laxo que penetran en la corteza testicular, separando los diferentes túbulos seminíferos y constituyendo el intersticio testicular.