Cartas marruecas: 53

De Nuño a Gazel Entre ser hombres de bien y no ser hombres de bien, no hay medio. Si lo hubiera, no sería tanto el número de pícaros. La alternativa de no hacer mal a alguno, o de atrasarse uno mismo si no hace mal a otro, es de una tiranía tan despótica que sólo puede resistirse a ella por la invencible fuerza de la virtud. Pero la virtud está muy desairada en la corrupción del mundo para tener atractivo alguno. Su mayor trofeo es el respeto de la menor parte de los hombres. Cartas marruecas de José Cadalso Introducción Carta I - Carta II - Carta III - Carta IV - Carta V - Carta VI - Carta VII - Carta VIII - Carta IX - Carta X - Carta XI - Carta XII - Carta XIII - Carta XIV - Carta XV - Carta XVI - Carta XVII - Carta XVIII - Carta XIX - Carta XX - Carta XXI - Carta XXII - Carta XXIII - Carta XXIV - Carta XXV - Carta XXVI - Carta XXVII - Carta XXVIII - Carta XXIX - Carta XXX - Carta XXXI - Carta XXXII - Carta XXXIII - Carta XXXIV - Carta XXXV - Carta XXXVI...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información