Humildad (Balart)
Sus mejores versos Humildad de Federico Balart Pensamiento, que al cielo subes y subes, mira bien no te pierdas entre las nubes. Pliega, pliega las alas, amaina el vuelo, pensamiento que altivo subes al cielo. No te arrebate loca la humana ciencia: los consejos atiende de la prudencia; escucha a los que, en alas de su ardimiento, cruzaron las regiones del vago viento, y verás que encontraron -¡triste enseñanza!- fallidas las promesas de su esperanza. Del éter en la triste región inerte, acechando a la vida vela la muerte. Conforme de la tierra se va elevando el hombre, de la vida se va apartando: en los altos espacios -¡raro portento!- falta luz a sus ojos, aire a su aliento; sudor de sangre baña su torva frente; vértigos tenebrosos cruzan su mente; sus miembros relajados embarga el frío: ¡todo es calma, silencio, sombra, vacío! Tal es también la suerte del hombre vano que penetrar intenta lo sobrehumano: cuando a inquirir misterios de Dios se lanza, cuanto más...
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