Historia La historia de IKEA está ligada a la de Kamprad, su fundador, un joven campesino sueco de ascendencia alemana y proveniente de una adinerada familia de la provincia de Småland, en el sur de Suecia. En 1943, cuando apenas contaba 17 años, Kamprad creó un negocio de venta por catálogo y a domicilio de productos variados a precios accesibles, desde bolígrafos a billeteras, marcos, relojes y medias de nylon. Cuatro años más tarde, el joven Kamprad expande su negocio a la venta de muebles, y en 1951, decide dedicarse únicamente a este ramo, además de publicar el primer catálogo IKEA, que se ha convertido con el paso de los años en el símbolo de la compañía y su principal canal de mecadotecnia. En 2005, IKEA distribuyó 160 millones de catálogos con 12.000 productos y en 27 idiomas por todo el mundo. La dura lucha con sus competidores provoca una guerra de precios que baja los márgenes de beneficios considerablemente, lo que le obliga a dejar de dedicarse exclusivamente a la venta por catálogo. En 1953, inaugura su primer salón de exhibición del mueble en Älmhult: un éxito. El poderoso cartel del mueble sueco presiona a los proveedores para que dejen de abastecer a IKEA, que pasa a ser excluida de las principales ferias. Forzada por el boicoteo, IKEA empieza en 1955 a diseñar sus propios muebles. La idea de apostar por muebles armables lleva a usar embalajes planos que reducen el espacio de almacenaje, los costos, evitan daños de transporte y permiten reducir el precio final al cliente. Tres años después, abre en Älmhult su primera tienda de muebles, y en 1963, en Oslo, la primera fuera de Suecia. Tomando como inspiración el museo Guggenheim de Nueva York, construye en 1965 un enorme hipermercado del mueble en Estocolmo. Su enorme éxito genera problemas para atender a la gente. Kamprad decide entonces que sean los propios clientes los que se sirvan: otra de las señas de identidad de IKEA. Ocho años más tarde inaugura en Zurich la primera tienda fuera de Escandinavia, que será clave en su futura expansión en Alemania, hoy su principal mercado; y en 1980, en Gran Canaria, la primera en España. Aparte de ser un icono del diseño contemporáneo, IKEA se jacta de mantener una política de compromiso con la igualdad, la democracia y la responsabilidad social con el medio ambiente. Por ejemplo, a través de una línea de equidad entre los empleados de distinto sexo; o asegurándose mediante una cláusula que se emplee trabajo infantil en la fabricación de sus productos.