Introducción ISABEL actuaba siempre con rapidez. Conocía a fondo las situaciones y las personas, y sus ideas tenían en su mente la transparencia del cristal. A medida que ya no le hacía falta la habilidad y el disimulo, pasaba a actuar con autoridad y sin contemplaciones. Aun antes de que se hubiera terminado la guerra de la Beltraneja, y antes de que estuvieran reducidos los principales nobles retirados en sus feudos fortificados, procedió a implantar algunas novedades que debían helar la sangre de los rebeldes y causar a muchos un grandísimo disgusto. El terreno estaba maduro para emprender ciertas innovaciones, entre ellas el afianzamiento del poder de la Corona.