Juvenilia - Capítulo 16
Juvenilia - Capítulo 16 de Miguel Cané Estudiábamos seriamente en el Colegio, sobre todo los tres meses que precedían los exámenes, en los que el gimnasio y los claustros perdían su aspecto bullicioso para no dejar ver sino pálidas caras hundidas en el libro, pizarras llenas de fórmulas algebraicas, y en los rincones, pequeños Sócrates ocupados en discutir con los ateos venidos, no ya de la Jonia, sino de los Andes o del Aconquija . Los exámenes eran duros, y sabíamos que serían tomados por profesores de la Universidad. Ahora bien; entre el Colegio y la Universidad existía el mismo antagonismo, la misma lucha que entre los discípulos de Guillermo de Champeaux y los de Abelardo, la misma emulación que entre Oxford y Cambridge. Despreciábamos esos petimetres que iban paquetes al aula una vez por mes, a hacer barullo en las clases de Larsen o Gigena, y que no leían sino el Balmes o el Gérusez, mientras nosotros nos alimentábamos de la médula de león del...
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