La campana de Huesca: 29
Capítulo XXVIII 29 Pág. 29 de 35 La campana de Huesca Antonio Cánovas del Castillo Donde se continúa en algo la materia del anterior, y así como al descuido, se aclaran sucesos no bien explicados hasta ahora Y así fue temido el monje con el son de esta campana. (Romance viejo) Poco después el rey don Ramiro y el conde don Berenguer, acompañados de muchos caballeros catalanes y aun algunos aragoneses, que habían estado esperando a juntarse con el más poderoso, llegaron al gran salón donde solían darse las regias audiencias. Grande fue el asombro de todos cuando le hallaron solo. -Pensé -dijo el rey- hallarle ocupado por los ricoshombres, y que me disputasen desde aquí todavía el poder que heredé de mis abuelos, ya que no osaron disputarme las puertas. -No me coge de sorpresa -dijo Berenguer-. Harto os dije antes de avistar estas torres de Huesca lo que luego punto por punto ha acontecido. Ya os anuncié yo que los ricoshombres, al...
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