Las inquietudes de Shanti Andía: 144
none Pág. 144 de 156 Las inquietudes de Shanti Andía - Libro séptimo Pío Baroja Desde la altura adonde habíamos subido se veían dos pueblecillos, uno que debía ser una aldea de pescadores, y el otro un pueblo de tierra adentro, rodeado de campos de labranza. Por la noche, y esquivando las miradas de la gente, llegamos a la finca en donde había estado Alíen. Se hallaba ésta a un lado de la carretera y tenía delante una frondosa alameda de árboles altísimos. La casa era de piedra, grande y negruzca, y estaba rodeada de construcciones bajas, de ladrillo. El capataz nos dio ropas nuevas, y al día siguiente comenzamos a trabajar en el campo. A pesar de sus ofrecimientos de tratarnos lo mismo que a los demás obreros, el capataz se aprovechaba de nuestra calidad de indocumentados y presuntos convictos para explotarnos. Yo comprendía que no había manera de librarse de esta explotación. Alíen se defendía por ser irlandés; pero Ugarte, que no tenia esta...
Está viendo el 17% del contenido de este artículo.
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: Enseñanza Bibliotecas públicas