Las inquietudes de Shanti Andía: 152
none Pág. 152 de 156 Las inquietudes de Shanti Andía - Libro séptimo Pío Baroja No nos habíamos topado con nadie. Por lo que dijo Allen, teníamos que encontrar entre aquellas paredes un muro en donde estuviera esculpido un elefante. El primero que lo vio fui yo. -Ahí está -grité. Allen se acercó al muro, se puso de espaldas a él y sacó un pequeño anteojo de bolsillo. Estábamos Smiles y yo mirándole con ansia, cuando vimos que dos hombres blancos se arrastraban por detrás de un muro a observar lo que hacía Allen. Al ver que nos habíamos dado cuenta de su espionaje, los hombres se abalanzaron sobre nosotros, y tras ellos diez o doce moros que estaban escondidos. No tuvimos tiempo de hacer uso de nuestras armas, y quedamos prisioneros. Por lo que dijo Allen, los dos blancos eran uno Ryp Timmermans, el cocinero de El Dragón, y el otro, un marinero holandés llamado Van Stein. Ambos llevaban más de un año buscando el tesoro; pero no daban con él. Habían...
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