Los tres mosqueteros: Capítulo XXIV
Los tres mosqueterosEl pabellón de Alejandro Dumas (padre) A las nueve, D'Artagnan estaba en el palacio de los Guardias; encontró a Planchet armado. El cuarto caballo había llegado. Planchet estaba armado con su mosquetón y una pistola. D'Artagnan tenía su espada y pasó dos pistolas a su cintura, luego los dos montaron cada uno en un caballo y se alejaron sin ruido. Hacía noche cerrada, y nadie los vio salir. Planchet se puso a continuación de su amo, y marchó a diez pasos tras él. D'Artagnan cruzó los muelles, salió por la puerta de la Conférence y siguió luego el camino, más hermoso entonces que hoy, que conduce a Saint Cloud. Mientras estuvieron en la ciudad, Planchet guardó respetuosamente la distancia que se había impuesto; pero cuando el camino comenzó a volverse más desierto y más oscuro, fue acercándose lentamente; de tal modo que cuando entraron en el bosque de Boulogne, se encontró andando codo a codo con su amo. En efecto, no debemos disimular...
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