Los tres mosqueteros: Capítulo XXXI
Los tres mosqueterosIngleses y franceses de Alejandro Dumas (padre) Llegada la hora, se dirigieron con los cuatro lacayos hacia el Luxemburgo, a un recinto abandonado a las cabras. Athos dio una moneda al cabrero para que se alejase. Los lacayos fueron encargados de hacer de centinelas. Inmediatamente una tropa silenciosa se aproximó al mismo recinto, penetró en él y se unió a los mosqueteros; luego tuvieron lugar las presentaciones según las costumbres de ultramar. Los ingleses eran todas personas de la mayor calidad, los nombres extraños de sus adversarios fueron, pues, para ellos tema no sólo de sospresa sino aun de inquietud. -Pero a todo esto - dijo lord de Winter cuando los tres amigos hubieron dado sus nombres-, no sabemos quiénes sois, y nosotros no nos batiremos con nombres semejantes; son nombres de pastores. -Como bien suponéis, milord, son nombres falsos - dijo Athos. -Lo cual nos da aún mayor deseo de conocer los nombres verdaderos - respondió el...
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