Rojo y negro: Capítulo XXXIV
Rojo y negro de Stendhal El palacio de la mole ¿Qué hace aquí él? ¿Está contento? ¿Cree que lo estará? RONSARD Si Julián lo encontraba todo extraño en la noble mansión de los marqueses de la Mole, no es menos cierto que extraño y singular encontraban también a aquel joven pálido y vestido de negro cuantas personas tenían la dignación de reparar en su persona. -Quiero llevar la prueba hasta el final- decía el marqués, contestando a las insinuaciones de la marquesa, que pretendía que enviase fuera a su secretario, encargándole una comisión cualquiera, los días que se sentaban a la mesa de su palacio determinados personajes-. Pretende el cura Pirard que cometemos un error lastimando el amor propio de las personas que ejercen cerca de nosotros algún cargo, pero yo opino que no debemos apoyarnos más que sobre lo que resiste, etc. Nuestro joven tiene sus defectos, pero por lo menos hay que reconocerle el mérito de que es sordo y mudo. Julián, mientras tanto,...
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