Más lejos que el «Gran Berta» El cohete A-4 ya había sido proyectado en el año 1936, cuando se había precisado el objetivo a alcanzar por los cohetes de acuerdo con las instrucciones del Estado Mayor del Ejército: el cohete deseado debía alcanzar una distancia doble de la conseguida por el proyectil del cañón más grande construido hasta entonces, el «Gran Berta», y transportar una cantidad de explosivos 100 veces mayor. Por consiguiente, el alcance debería ser de 250 kilómetros, y la carga explosiva, de una tonelada. Un cohete de tales características sería ampliamente superior a los cañones.