Zalacaín: 16

26/10/2009 2.016 Palabras

Zalacaín el aventurero Libro Segundo: Andanzas y correrías Capítulo VI de Pío Baroja CÓMO CUIDÓ LA SEÑORITA DE BRIONES A MARTÍN ZALACAÍN Cuando de nuevo pudo darse Martín Zalacaín cuenta de que vivía, se encontró en la cama, entre cortinas tupidas. Hizo un esfuerzo para moverse y se sintió muy débil y con un ligero dolor en el muslo. Recordó vagamente lo pasado, la lucha en la carretera, y quiso saber dónde estaba. — ¡Eh! --gritó con voz apagada. Las cortinas se abrieron y una cara morena, de ojos negros, apareció entre ellas. — Por fin. ¡Ya sé ha despertado usted! — Sí. ¿Dónde me han traído? — Luego le contaré a usted todo --dijo la muchacha morena. — ¿Estoy prisionero? — No, no; está usted aquí en seguridad. — ¿En qué pueblo? — En Hernani. — Ah, vamos. ¿No me podrían abrir esas cortinas? — No, por ahora no. Dentro de un momento vendrá el médico y, si le encuentra a usted bien, abriremos las cortinas y le permitiremos...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info