(Del latín holocaustum, y éste del griego holókaustos.). Sacrificio ofrecido a la divinidad en el que se quemaba a las víctimas. Es una costumbre común a casi todas las religiones. La Biblia habla de los holocaustos ofrecidos por Noé, Abraham, Jetró, Job, etc. La ley mosaica estableció que las víctimas del holocausto debían ser toros, corderos o machos cabríos, casi siempre que fueran animales machos y sin defectos; también podían sacrificarse tórtolas o pichones, que se vendían a la entrada del Templo de Jerusalén. Judíos polacos son conducidos a un campo de concentración tras la caída de Varsovia, la capital de Polonia, en manos del III Reich durante la II Guerra Mundial (1939-1945). De ahí procede que sea este término, holocausto (en hebreo, sho'ah), el que la historiografía ha dado a la exterminación de los judíos emprendida por el régimen del nacionalsocialismo alemán durante el gobierno del Führer, Adolf Hitler (1933-1945), y la II Guerra Mundial...