Vísperas
(del latín vesper, «noche»). Continuando las horas que forman la jornada litúrgica, las vísperas, primitivamente oración de acción de gracias por la luz del día en el momento en que éste se retira, son el oficio del final de la tarde que precede al de completas, que cierra el ciclo. Las grandes fiestas se componen de dos oficios semejantes: las primeras vísperas celebradas la vigilia y las vísperas propiamente dichas o segundas vísperas. Lo esencial del oficio consiste en la lectura cantada por dos semicoros alternados (salmodia, antífona) de una serie de cinco salmos (cuatro en el oficio benedictino), enmarcados por sus antífonas y seguidos de un himno y del canto del Magnificat. Diversas fórmulas dialogadas completan el oficio. En los monasterios benedictinos se añade un responso breve. La ordenación del oficio ha sido profundamente modificada después del Concilio Vaticano II. Hasta este Concilio las vísperas han sido, después de la misa, el oficio más...
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